Marsa Alam, un antiguo pueblo de pescadores a lo largo de la costa sur de Egipto, se presenta como la última frontera submarina del Mar Rojo. El Área Marina Protegida ofrece un paraíso incontaminado con playas de arena fina y un espectacular arrecife de coral. Aquí se respira el auténtico ambiente egipcio, entre pueblos beduinos y hoteles de renombre internacional. Las aguas cristalinas y los arrecifes de coral ofrecen encuentros emocionantes con especies marinas raras, como el dugongo y los delfines Samadai. Pero lo que más sorprende es la abundancia de peces entre los animados arrecifes de coral y el intenso azul del mar, que encanta a todo aventurero submarino.

